lunes, 10 de octubre de 2011

El cuello de las jirafas

Después de un fin de semana completo llega el domingo por la noche y como te pille en horas bajas puede resultar devastador. Porque el viernes estás encantado de ser libre y te apuntas a un bombardeo, el sábado lo aprovechas al máximo y disfrutas.. pero el domingo lo vives de una manera distinta.
Lo notas. Desde que empieza hasta que por desgracia termina, sientes que es la antesala al lunes y todo lo que has hecho en los dos días anteriores te parece poco, porque ha pasado a una velocidad que se te ha vuelto a escapar de las manos.

Mi fin de semana estuvo lleno de buenos planes.. a continuación os cuento cuales os recomiendo!

El viernes fui con mi madre a ver la exposición de Yves Saint Laurent en la Fundación Mapfre (de la que os hablé el pasado Miércoles, 5 de octubre en el post "Desayuno con diamantes").
Pasamos casi dos horas dentro y lo primero que os puedo decir es que hacía mucho tiempo que no veía algo tan maravilloso, no tengo palabras. Simplemente: tenéis que ir, no hay excusas que valgan, pues forma parte de esas cosas en la vida a las que hay que dedicarle una porción de tiempo considerable y que tanto merecen la pena.

Por la noche acudí a una fiesta y pasadas unas horas nos trasladamos a un local muy de moda ahora mismo en el que la música me encantó. Se llama La Cocina Rock Bar. Muchos ya lo conoceréis y sabéis de lo que os hablo, los que no.. tenéis que probar!

Si vais entre semana podeis tomar algo o cenar mientras véis un concierto o simplemente disfrutáis de la compañía. El fin de semana se convierte en discoteca, lo que hace que esté mucho más lleno pero no por ello menos divertido. Ya sabéis!
 

El resto del fin de semana fue más tranquilo. Me dió tiempo a pensar más, y por lo tanto a darle más vueltas a todo. A veces hay que saber cuando parar de esturjarse el cerebro y nunca hay que olvidar sacar lo bueno de cada momento para así no tener miedo de los grandes cambios en tu vida.

Por eso yo, siguiendo el consejo de una buena amiga, he decidido pensar en las jirafas y en su largo cuello. Así me doy cuenta de que los cambios son positivos. Como ella dice: "Antes no eran más que zebras bajas.." Y es verdad. Según me explicó, la evolución quiso que de tanto estirar su cuello para poder alimentarse de las hojas de los árboles éste se fuera alargando, y miradlas ahora! Y es que a veces en lo más natural y sencillo reside la respuesta. 

Darwinismos y teorías variadas, os mando besos para un lunes disfrazado de jueves! Y a sonreír.



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