miércoles, 9 de marzo de 2011

Los tres días del Cóndor. Segunda Parte.

Como os anunciaba en el anterior post, en el cual publiqué una recomendación de un apetecible "Plan de tarde", no pretendía dejaros a medias en la historia de los tres días del Cóndor.. Asi que aquí estoy de nuevo!

Quizá ésta segunda parte que empieza a tomar forma sea la más interesante, pues es la que da título a ésta nueva serie de indicaciones que he decidido implantar en mi blog, por aquello de que os guste lo que leáis y que os pueda servir de ayuda a la hora de planear cosas nuevas!

Los tres días del Cóndor es la película que me quedé viendo en casa después de pasar la tarde del viernes en la cafetería que os mencionaba en la primera parte de esta mini-entrega, tras un buen paseo por la capital y preparar algo rico de cenar. Ésto último me recuerda que en cuestión de semanas tengo intención de haceros llegar alguna que otra recetilla, si me manejo con gracia y destreza, y si el mínimo tiempo del que dispongo para escribir me lo permite!:)

Pues bien, a lo que iba, llamémoslo.. "Plan de sofá".

Los tres días del Cóndor.
Gran película de 1975, y mejor director: Sydney Pollack.

¿El protagonista? Un agente de la CIA que de la noche a la mañana se ve obligado a huir. Éste agente, encarnado por Robert Redford, trabaja como lector de libros que podrían alertan a la estabilidad del país debido a sus mensajes cifrados, y se ve envuelto en una situación insólita de la cual no diré nada más por no privar de suspense al asunto..

Personajes enigmáticos interpretados -entre otros- por Max Von Sydow, una atractiva mujer secuestrada (Faye Dunaway), y una puesta en escena cuidada y precisa presentan una historia angustiosa y llena de interrogantes que os mantendrá en tensión durante buena parte de su duración, y que os alejará de cualquier idea de aburrimiento y lentitud.

Además, cabe destacar la marcada estética setentera, que para algunos supone un desfase en el tiempo pero que a mi modo de ver es fantástica. El cabello rubio rubísimo de Robert Redford y sus patillas oscuras, el abrigo negro con los cuellos levantados que hace pensar en Corto Maltés, los vaqueros acampanados combinados con entalladísimas americanas, y algún que otro abuso de laca la hacen todavía mejor, os lo aseguro...de una tangible perfección.

Con esto y una sonrisa, prometo volver pronto..
Buen fin de mitad de semana!


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