Qué bonito resulta volver al pasado y recordar momentos de la infancia. Ayer nos reunimos a petición de una de las mejores profesoras que tuvimos en el colegio y que basaba sus clases en la danza y en la creación de una obra de teatro que consistiese en bailar en tributo a la vida y a los seres humanos. Lecciones sobre el respeto y la tolerancia, el amor y la solidaridad que nos enseñaron a crecer en un mundo sano y equilibrado, a pesar de que a veces a día de hoy eso se nos olvide, y tengamos la sensación de que el mundo nos decepciona.
Fue un precioso reencuentro en el que nos emocionamos viendo imágenes de cuando bailamos en aquel escenario del teatro, y pasamos un rato muy bueno. Es increíble pensar que hayan pasado 17 años....
Por hoy, poco más que contaros aparte de que éste fin de semana fui a ver Resacón 2.
Me gustó y me reí, aunque no tanto como con la primera, y la historia se repite. Por mí que no hubiera más partes, pero como aún quedan dos por casarse....
Hoy voy a comer con tres buenísimas amigas a un sitio llamado El Olvido, del que siempre me han hablado muy bien. Mañana os contaré qué tal se ha dado!
Mientras, os dejo con la canción que bailaron ayer los últimos alumnos de nuestra profe, que se despide después de 36 años de trabajo. Ellos no tuvieron ocasión de hacerlo en el teatro, ni de que sus padres y el resto de clases les vieran, asi que lo hicieron al aire libre, con una canción nueva y muy animada que hoy tengo pegada a la sien. Ésta es.
Un beso a todos y buen martes!
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