Armada de capas de ropa, un buen gorro, muchas ganas y gran compañía he ido esta mañana al Museo del Prado a visitar la maravillosa exposición El Hermitage en el Prado.
Por falta de información, despiste, o simplemente andar metida en otras cosas que vienen a ser lo que llamamos vida, pensaba que la exposición concluía hoy. Pero gracias a un buen intercambio de sonrisas, las mejores noticias estaban ahí al llegar: la muestra dura hasta el 25 de Marzo y puede verse todos los días de la semana. El tiempo y la paciencia son necesarios. Si no, ¿de qué nos serviría tenerlos?
Con vuestros propios ojos apreciaréis las maravillas que alberga el museo, que consigue trasladar al visitante (aunque sea una mínima parte) al palacio museo de San Petersburgo. Las piezas antiguas de oro, las pinturas, los dibujos y esculturas, las joyas que coleccionaban los zares, los detalles de los trajes, la orfebrería... y con todo eso y más, os preguntaréis: ¿Cómo hacían entonces para sobrevivir a los fríos? Pues sencillamente, viviendo.
Si pincháis en el enlace, tenéis el recorrido en imágenes... y si llegáis a la sección VIII entenderéis el título del post! :)
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