Leí hace poco en un artículo de S Moda que si eres bloguera de tendencias no debes despreciar a las musas indies del panorama actual. Citaban así "Manos simétricas sobre las caderas, cabeza ladeada con melancolía, manos en los bolsillos y cara de pasaba por aquí; y, para quien además quiera dar el salto a ser actriz comercial, con una tensa mano en la cintura y brazo sujetando un clutch." para aconsejar a las internautas de cómo posar ante la cámara a la hora de lucir sus outfits.
Como ya sabéis, mi blog no consiste en eso, pocas fotos hay de mí publicadas en él y raras veces hablo de prendas. Prefiero escribir sobre planes que hacer, de mis últimos descubrimientos tanto musicales como gastronómicos, de cine, recetas fáciles... O de aquello que se me va ocurriendo a lo largo del día. A veces, me dedico a contar lo especial de una fecha y en este caso, en relación con el artículo del que os hablaba al principio, destaco que es el cumpleaños de mi querida Clara.
Clara cumple los requisitos para ajustarse a lo leído sobre estas mujeres que inspiran el movimiento indie, por su estilo, por sus rasgos. Por lo internacional que resulta su historial, y la de cosas que ha ido aprendiendo de diferentes ambientes: el arte, la música, los viajes... Es inspiradora.
Tuve la gran suerte de cruzarme en su camino cuando entramos en la universidad. Y tras los años de carrera, uno de ellos compartiendo piso en una ciudad del norte de la que siempre me alegra acordarme, a pesar de vernos poco a día de hoy siempre vamos la una con la otra. Nos llevamos a cada rincón en el que nos encontramos cada una y jamás dejamos que la distancia dé paso a malentendidos de ningún tipo. No estamos para tonterías, nunca lo estuvimos. Y eso que hemos llegado a hacer muuucho el tonto.
Clara es de esas chicas que podría perfectamente aparecer en alguna película de Woody Allen. Jamás olvidaré su improvisación en una clase de Literatura Francófona. Se levantó y con todo su desparpajo empezó a interpretar uno de los pasajes de la obra de teatro de la que nos había hecho una presentación anteriormente. En él había al menos tres personajes. Hizo uso de los cambios de voz y gesticulando, llegó a encarnar a cada uno. Yo me levanté y aplaudí. Tras un breve silencio, las carcajadas rompieron el aire invadiendo nuestras respiraciones al tiempo que sonaba la campana para ir de una clase a otra.
Y hoy suenan campanas por ella. Por sus 27 añazos bien cumplidos.
Muchas felicidades Claire. Siempre se te echa de menos!
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