Encender el teléfono y ver un "Tengo ganas de verte", o un "Buenas noches" en respuesta al que diste al ir a acostarte o en su defecto un "Buenos días" porque el destinatario ya estaba soñando.
Que te digan "Estás guapísima, te sienta genial" cuando te has atrevido a pegarte el cortazo que hacía tiempo te rondaba la cabecita. Que a pesar de ser dulce digas alguna que otra palabrota. Que te tomes una caña de más, y que más da. Si no mancha, es buena para el pelo y te hace dormir como un bebé.
Mirar qué pelis ponen en los cines e imaginarte el cubo de palomitas que rebosa entre tus brazos. Que con el olor te basta. Ver una que te daba pereza y que sea un descubrimiento y no dejes de hablar de ella en una semana y busques las canciones de su banda sonora y des la brasa a todo el mundo en Facebook con el tráiler.
Darte cuenta de que las resacas ya no son lo que eran pero reírte el doble recordando las jugadas de la noche anterior, aunque muchas tengan que contártelas. Take me out tonight where there's music and there's people and they're young and alive..
Valorar la importancia del tiempo libre y poder viajar. Respirar aire puro, esa extraña sensación para un madrileño.
Darte cuenta de que no pierdes una amistad si no que por fin has entendido que no lo era. Conocer gente nueva y aprender de todo lo que te pueden aportar. Ser taaaan diferente de aquella persona que iba al cole. No ser tan diferente de la que iba a la universidad, pero sí una versión actualizada y mejorada y saber que las amistades que hiciste entonces son para siempre.
Descubrir que te gusta más Norah Jones que Pink y que con una copita de vino en una noche estrellada contemplando el mar tienes más que suficiente para ser feliz. Y que eso ya es mucho pedir.
Y tantas cosas más de hacerse mayor que no están tan mal. Sigue equivocándote que tienes tiempo de arreglarlo, incluso las flores tienen su sombra oscura..
Besos de viernes!
A.
Que te digan "Estás guapísima, te sienta genial" cuando te has atrevido a pegarte el cortazo que hacía tiempo te rondaba la cabecita. Que a pesar de ser dulce digas alguna que otra palabrota. Que te tomes una caña de más, y que más da. Si no mancha, es buena para el pelo y te hace dormir como un bebé.
Mirar qué pelis ponen en los cines e imaginarte el cubo de palomitas que rebosa entre tus brazos. Que con el olor te basta. Ver una que te daba pereza y que sea un descubrimiento y no dejes de hablar de ella en una semana y busques las canciones de su banda sonora y des la brasa a todo el mundo en Facebook con el tráiler.
Darte cuenta de que las resacas ya no son lo que eran pero reírte el doble recordando las jugadas de la noche anterior, aunque muchas tengan que contártelas. Take me out tonight where there's music and there's people and they're young and alive..
Valorar la importancia del tiempo libre y poder viajar. Respirar aire puro, esa extraña sensación para un madrileño.
Darte cuenta de que no pierdes una amistad si no que por fin has entendido que no lo era. Conocer gente nueva y aprender de todo lo que te pueden aportar. Ser taaaan diferente de aquella persona que iba al cole. No ser tan diferente de la que iba a la universidad, pero sí una versión actualizada y mejorada y saber que las amistades que hiciste entonces son para siempre.
Descubrir que te gusta más Norah Jones que Pink y que con una copita de vino en una noche estrellada contemplando el mar tienes más que suficiente para ser feliz. Y que eso ya es mucho pedir.
Y tantas cosas más de hacerse mayor que no están tan mal. Sigue equivocándote que tienes tiempo de arreglarlo, incluso las flores tienen su sombra oscura..
Besos de viernes!
A.
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