Si digo que mi madre es la mejor del mundo, todos menos mi hermano diréis que estoy equivocada.
Pero resulta que por mil millones de razones, para mí lo es.
Sabe cocinar tan bien que tenía que haber montado un restaurante. Le encanta probar recetas nuevas.
Tiene estilo, será porque es francesa. Le gusta Audrey Hepburn casi tanto como a mí. Y lee novelas policíacas, y ve series de crímenes y abogados. Y conmigo Anatomía de Grey. El sector servicios está en su punto de mira. Y es que tiene alma de chef. Y de anfitriona. Y de madraza.
Es la mujer más fuerte que conozco. Y no se rinde por nada. Y al mal tiempo, siempre buena cara.
Cuando se ríe llena la habitación. Canturrea mientras prepara la comida. Siempre me dijo que es mejor saber un poco de todo que mucho de una sola cosa. Y ella es el claro ejemplo.
Como todas las madres, tiene solución para todo y nunca cae enferma. Y sin ella, mi vida sería un completo caos.
Gracias mamá, por todo esto y mucho más.
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