No es si no en las alturas, a más de 35000 pies sorteando las nubes dentro de un avión rodeado de personas que no has visto en tu vida que empiezas a rememorar los días cosidos a las vacaciones y que se van despegando de ti con el viento de cola como la piel que se te pela porque antes de ser piel morena se te quemó y ahora se resiente, y te va diciendo poco a poco adiós.
No hay otro modo de ver las cosas que con una sonrisa, porque así parece que cuestan menos. No es momento de pensar en todo lo que dejas atrás cuando vas de un aeropuerto a otro revisando que no te has olvidado nada y vas rezando por que tu maleta cierre, no pese demasiado y no pites al pasar el control.
No hay más vida que la que vas haciendo día a día. No hay mejor recuerdo que el que te hace reír y mayor lección que la que te sigue haciendo pensar.
No hay nada más arriesgado en esta vida que juntarte con otra persona y empezar un nuevo camino, que nada tiene que ver con el que ya teníais recorrido. Cuando te has unido de tal manera ves las cosas desde otro prisma, y te das cuenta de que eso es en realidad la vida: la incertidumbre que supone la imprevisible rutina.
Besos y sonrisas a todos, I'm back!
A.
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