Tiene fuerza en la mirada, enmarcada por unos grandes ojos marrones. Su pelo moreno le cae con gracia, como si se tratase de un baile. Camina con arte, y su acento te envuelve al tiempo que su sentido del humor te atrapa.
Lara trabaja en el sector del turismo desde hace mucho años, y es una luchadora nata. Pero tras su americana negra y su pantalón se oculta el alma subida a un par de tacones con bata de cola.
KS: ¿Cuando nació tu curiosidad por el baile?
L: Con cuatro años. Con menos de un año ya empecé a andar. ¡Siempre tuve muchas ganas de moverme! Mi madre me quería apuntar a Yudo pero yo siempre estaba en casa con música, correteando.. Y mi madre se encontró con una amiga que llevaba a su hija a baile. Y yo le dije a mi madre "Mamá, quiero bailar".
KS: ¿Cuál es tu estilo favorito?
L: El flamenco, por mis raíces andaluzas y porque mi madre siempre lo está cantando.
KS: ¿Te has planteado dedicarte a ello profesionalmente?
L: Me gustaría dedicarme a ello profesionalmente, pero creo que tendría que invertir aún más tiempo preparando clases, dándolas.. Quizá más adelante.
KS: Cuéntame alguna anécdota de tus clases, ensayos, festivales..
L: Cuando éramos pequeñas, nos reíamos mucho de las caídas. Una compañera se cayó dentro de una caja! Y a una se le cayó un moco una vez.. De lo concentrada que estaba no se dió ni cuenta. En las clases de solfeo a las que íbamos los sábados por la mañana a una se le escapó un eructo tocando la flauta! Ibamos tan dormidas...
KS: ¿Te pones nerviosa cuando tienes que salir al escenario?
L: Ya es algo a lo que estoy acostumbrada. Ya no voy contando los días que faltan, como hacía antes. Se pasa muy rápido. Lo vives con tanta intensidad que se pasa en un abrir y cerrar de ojos.
KS: Si algún día tienes un hijo, ¿Te gustaría que bailase?
L: Sí, ¿Porqué no? ¡Como Billy Elliot! Los niños no tienen que hacer cosas por obligación. Si tienen curiosidad o pasión por algo, que les guste y lo disfruten, tienen que hacerlo. Si a un niño le gusta más el baile que el fútbol, pues estupendo.
KS: ¿Tu bailaora favorita?
L: Sara Baras
KS: ¿Cuál es el estilo más difícil?
L: El ballet clásico. Requiere mucho sacrificio y entrenamiento. Es el más técnico, la base de todo baile.
KS: ¿Te gustó El Cisne Negro?
L: No, tiene muchos clichés. No somos tan perfeccionistas, por ejemplo, Tamara Rojo es bailarina de clásico y no tiene problemas con su aspecto, transmite una imagen saludable y es profesional. No siempre hay tanta competitividad ni tantas envidias. Mis mejores amigas son mis compañeras de baile, y no competimos. Con ellas salgo de fiesta, hablo todos los días..
KS: ¿Qué le dirías a una chica que quiere empezar a bailar?
L: Que sepa que no es fácil. Es una pasión muy sacrificada. Pero si le gusta, se convertirá en algo constante porque el baile te engancha. Con esfuerzo y dedicación, claro.
KS: Las puntas, en ballet clásico, ¿Son cómodas?
L: Se te deforman los dedos, sangras, te salen ampollas.. El primer día mueres por ponértelas y después de habértelas puesto te quieres morir. Son de madera y es muy duro hacerse a ellas.
Hay trucos: quemamos las extremidades de los cordones para que no se suelten al bailar. Para doblar las puntas de madera y que se ablanden las ponemos en el pomo de una puerta abierta y cerramos la puerta para que vayan ejerciendo presión y cediéndolas.
KS: Hay posiciones para las manos, ¿No?
L: Sí, el ballet es una ciencia. Esta hecho de fórmulas matemáticas, es todo un lenguaje. El lenguaje del ballet. Aparte de bailar, también hay que estudiar. Yo por ejemplo estudio Teoría del Flamenco, y son muchos exámenes y pruebas. Al final hay un trabajo escrito y bailado.
KS: La bata de cola, ¿Es fácil de llevar?
L: No.. Yo muchas veces me la pisaba. Se te enrolla si das mal la vuelta, es todo un arte saber llevarla y moverla.
KS: ¿Podrías decir algo malo de tu pasión?
L: Las pruebas de flexibilidad son muy dolorosas, ¡Desde pequeñitas nos hacían ejercitarla y es mucho esfuerzo! También está el tema de que puedes lesionarte y las lesiones son muy duras. Te produce una gran impotencia el hecho de no poder hacer un paso que antes te salía perfecto.
KS: ¿Cuál es el traje que más te ha gustado llevar?
L: Qué difícil.. Bailé con uno en el que hacía de Carmen, que me gustaba muchísimo.. Cigarrera, falda larga, blusa.. Muy bonito.
KS: Y tus clases de baile, ¿En qué consisten?
L: Cada día es distinto. Clásico, flamenco, moderno.. Duran un par de horas cada día.
KS: ¿Crees que es posible compaginar vida personal con baile? Si algún día formas una familia, ¿Podrás organizarte bien el tiempo?
L: Claro que sí. ¡Mi primera profesora tenía 70 años! El baile es sanísimo y hay que intentar no dejarlo cuando se empieza. Es muy bueno para la memoria, ¡Imagínate tener que acordarte de cada paso!
Y así, se marcha con su duende y su risa fresca que sube el ánimo a cualquiera.
Gracias Lara, por compartir tanto. Y a seguir zapateando!
A.
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